Nos enfrentamos a la inmobilidad y, a la vez, a los pasos silenciosos del hombre que camina, que avanza. El coreógrafo y bailarín Cesc Gelabert dará vida a la obra El hombre que camina, d’Alberto Giacometti. Hoy en día, los avances tecnológicos requieren que el hombre contemporáneo pierda su capacidad de moverse, quedándose fijado al suelo como si fuese una figura de bronce, en contraste con la escultura inmóbil de Giacometti que reclama que nos movamos, que actuemos, que nos interroguemos. Gelabert nos ofrece la danza del inmóbil, desvelada en la mirada y en el recuerdo del hombre que camina.