El protagonista nunca se ha subido al escenario… la actriz protagonista en cambio, tiene muchas, muchísimas tablas… el marido está de vuelta de todo… la directora, tan inglesa como el té, trata de poner orden…. Y llega la noche del estreno y con el estreno llega el delirio. Todo lo que puede pasar, pasará. Un caos de función enloquecido.
Locos por el té, es Alta Comedia. Disparatada y delirante. Traigan sus pañuelos: no podrán parar de llorar… de risa.